Unas mujeres trabajan en una empresa de tecnología de nuevas energías en el distrito de Shule de la prefectura de Kashgar, en la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, el 24 de junio de 2025. (Xinhua/Gu Yu.)

Hubo un tiempo en el sur de la región autónoma uygur de Xinjiang en el que muchas mujeres rurales vivían fuera de la vista del público, económicamente dependientes de sus cónyuges y atadas a los roles tradicionales de género en el hogar.

Hoy, en la prefectura de Kashgar, en Xinjiang, el salón de belleza de Aysham Abdureyimu bulle de risas y transformaciones. Se ha convertido en un lugar al que las mujeres acuden no sólo en busca de peinados elegantes, sino de un sentimiento de comunidad. En el distrito de Shache, en Kashgar, el zumbido constante de las máquinas de coser llena la bulliciosa sastrería de Adilmu Abdulla, donde ahora emplea a docenas de mujeres locales, la mayoría de ellas uygures.

?Cuando me divorcié, sentí como si todo mi mundo se viniera abajo?, recuerda Abdulla. "Pero ahora tengo unos ingresos mensuales estables y ayudo a otras a ganar dinero también. Ser madre soltera ya no me preocupa".

Esta profunda transformación de las limitaciones sociales a la independencia económica es el núcleo de los esfuerzos de Xinjiang por empoderar a las mujeres rurales. Si antes las ideologías extremistas confinaban a las mujeres a la reclusión, hoy pasean por las calles orgullosas y vestidas a la moda moderna.

Hablando de este cambio, Abdureyimu dijo que las mujeres rurales ahora se preocupan más por lucir lo mejor posible. Están ansiosas por aprender nuevas técnicas, crear sus propios negocios y lograr la independencia económica. Vestidas a la última moda y dominando el mandarín, sus aprendices de peluquería se han convertido en símbolos vivientes de esta transformación.

El cambio se extiende de las cocinas domésticas a las estructuras socioeconómicas. Según Aynur Mamat, presidenta de la federación de mujeres de Kashgar, las madres capacitadas construyen familias más prósperas, marcadas por carteras más llenas, sonrisas más brillantes, hogares más felices y, sobre todo, una confianza inquebrantable.

Detrás de este cambio hay un esfuerzo coordinado y múltiple dirigido por la federación regional de mujeres de Xinjiang y encaminado a desmantelar las antiguas barreras que se oponen al empoderamiento de la mujer.

La formación profesional es la base. Según Li Linghui, dirigente del Partido de la federación regional de mujeres de Xinjiang, la federación organiza ahora más de 1.000 sesiones al a?o, en las que más de 40.000 mujeres rurales adquieren conocimientos como peluquería y sastrería. Estos conocimientos les han abierto las puertas a la iniciativa empresarial y al empleo en fábricas.

?Las mujeres de todo el Xinjiang rural, especialmente del sur, están ansiosas por trabajar y crear empresas?, dijo Li. ?Estamos ayudando a hacerlo realidad mediante programas de formación práctica?.

El programa de ?salones de belleza? se erige como un ejemplo llamativo. Desde 2017, se han establecido 3.679 salones con una inversión total de 63,9 millones de yuanes (unos 8,9 millones de dólares estadounidenses) en todo Xinjiang, proporcionando empleo a más de 10.000 mujeres y sirviendo como centros comunitarios para ellas.

En los pueblos del sur de Xinjiang, los salones de belleza son algo más que simples negocios. Se han convertido en motores de la independencia de las mujeres y del cambio cultural, afirma Aynur Mahsat, presidenta de la federación regional de mujeres de Xinjiang.

A través de un programa centrado en clases de mandarín en línea y presenciales, unas 60.000 mujeres, principalmente del sur de Xinjiang, han accedido a nuevas oportunidades.

La ayuda financiera también ha resultado clave para el éxito de las empresarias. En asociación con bancos y cooperativas rurales de crédito, la federación regional de mujeres ha concedido 17.860 millones de yuanes en préstamos a más de 46.000 mujeres, lo que ha permitido la creación y ampliación de empresas.

El impacto ha ido mucho más allá del crecimiento de los ingresos personales. Según las autoridades locales, el amplio apoyo político ha permitido a las mujeres adoptar estilos de vida modernos y ser económicamente independientes. El aumento de los ingresos también les ha dado más influencia, tanto en casa como en sus comunidades.

Mantener este impulso requiere un esfuerzo continuo y específico. ?La mejora de los mecanismos de formación y orientación impulsa de forma mensurable las aspiraciones y capacidades de las mujeres para buscar oportunidades empresariales y profesionales?, afirmó Li, subrayando la necesidad de establecer marcos de formación a largo plazo con un fuerte respaldo político.

Para empoderar aún más a las mujeres rurales de Xinjiang, los expertos han destacado la importancia de una mejor coordinación política, modelos de empleo flexibles y un mayor apoyo financiero.

Según Aygul Imin, investigador de la Academia de Ciencias Sociales de Xinjiang, reforzar la seguridad social rural, proporcionar apoyo específico y supervisar de cerca el empleo y la dinámica familiar son esenciales para eliminar las barreras a las que se enfrentan las mujeres rurales del sur de Xinjiang, al tiempo que se garantiza que el progreso beneficia tanto a las mujeres como a sus comunidades.