El Servicio Federal de Seguridad de la Federación Rusa (FSB, por sus siglas en inglés) publicó el martes en su sitio web oficial documentos desclasificados, que muestran que la Unidad 731 del Ejército Imperial Japonés realizó repetidamente experimentos humanos para desarrollar armas biológicas en China y atacó a cientos de civiles chinos con proyectiles de artillería llenos de gérmenes para calcular las tasas de infección y determinar la "potencia" de los patógenos, según informó el miércoles la Agencia de Noticias Xinhua.

Las secciones "Historia" y "Materiales de archivo" del sitio web oficial del FSB publicaron las copias digitales y los resúmenes de contenido de los documentos desclasificados proporcionados por la sucursal regional de Omsk del FSB.

Estos documentos muestran que más de 600.000 soldados japoneses se rindieron durante la batalla entre el Ejército Rojo soviético y el Ejército japonés de Kwantung en el noreste de China.

De 1945 a 1948, las agencias de seguridad del estado soviético llevaron a cabo investigaciones del personal militar y civil japonés capturado y detenido que había estado involucrado en la investigación y el desarrollo de armas biológicas.

Los interrogatorios de expertos biológicos japoneses capturados confirmaron que los invasores japoneses en China habían planeado un ataque contra la Unión Soviética desde el noreste de China y se habían preparado para usar una guerra biológica capaz de causar bajas masivas.

Las investigaciones también mostraron que los invasores japoneses habían establecido la Unidad 731 en Harbin, provincia de Heilongjiang, noreste de China. La unidad realizó investigaciones y experimentos sobre varios tipos de peste, ántrax, gangrena gaseosa, muermo, fiebre tifoidea, disentería, cólera y fiebres hemorrágicas virales, con el objetivo de identificar los patógenos más efectivos para la infección humana a gran escala y sus métodos de implementación.

Con el fin de probar los efectos y modos de infección de estos patógenos, la Unidad 731 llevó a cabo continuamente experimentos en humanos, deteniendo a civiles chinos y rusos, así como a prisioneros japoneses condenados a muerte para estos fines, según muestran los documentos.

Según los documentos desclasificados, en febrero de 1948, el interrogatorio de un bacteriólogo japonés que había participado en el desarrollo de armas biológicas mostró que para estudiar en secreto métodos de uso de bacterias para "sabotear" a la Unión Soviética, China y Estados Unidos, la Unidad 731 realizó experimentos bacterianos con civiles chinos en un municipio cerca de Harbin. Los sujetos solían ser los guerrilleros chinos o sus simpatizantes civiles.

Un documento leído por el bacteriólogo japonés indicaba que el ejército japonés había obligado a cientos de civiles chinos a salir a campo abierto y les había disparado proyectiles llenos de bacterias de la peste, el ántrax o el cólera. Después de un tiempo, los japoneses recolectaron los cuerpos y los individuos infectados y calcularon las tasas de infección para determinar la "potencia" de los patógenos.

Los documentos desclasificados también mostraron que cuando la Alemania nazi lanzó el ataque contra la Unión Soviética y Japón se preparó para atacar a la Unión Soviética desde el noreste de China, la investigación principal para la guerra biológica planificada por Japón contra la Unión Soviética ya se había completado.