Con el fin de 2025 en ciernes, las redes sociales bullen con la próxima prohibición de la producción de termómetros y esfigmomanómetros de mercurio a partir del 1 de enero de 2026 debido a temas de seguridad.

El debate obedece a un aviso publicado por la Administración Nacional de Productos Médicos de China en 2020. El mismo indicaba que, a partir de tal fecha, ya no se fabricarían termómetros y esfigmomanómetros de mercurio. En menos de un mes, cuando termine 2025, los mismos pasarán oficialmente a la historia de la medición de la temperatura corporal.

Aunque son asequibles y muy precisos, y han sido durante mucho tiempo herramientas familiares en la atención médica doméstica, la decisión de eliminarlos gradualmente se debe principalmente a cuestiones de seguridad. Dado que el mercurio es muy tóxico, las autoridades han priorizado la salud pública al avanzar hacia una eliminación total, según inofrmaron los medios locales.

Estos termómetros deben agitarse antes de su uso para restablecer el nivel de mercurio de la temperatura de la medición anterior, que permanece en el tubo capilar según el registro. Agitarlo ayuda a que baje por debajo de la temperatura corporal normal (normalmente menos de 35 °C), según las instrucciones de uso de la Administración de Producción Médica.

Los riesgos surgen cuando se agita con demasiada fuerza antes de usarlo. Golpearlo contra un objeto duro, dejarlo caer accidentalmente durante la medición o permitir que se caiga sin una funda protectora puede provocar su ruptura y el derrame del mercurio.

Según el Instituto Nacional de Salud Ocupacional y Control de Envenenamientos del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (China CDC), el mercurio es el nombre común del mercurio metálico, que es el único metal que permanece en estado líquido a temperatura ambiente. Cuando se da?a un termómetro, el mercurio que cae al suelo forma numerosas gotas plateadas de diferentes tama?os. Si no se recoge y se manipula a tiempo, se evapora rápidamente en el aire y se convierte en vapor de mercurio muy tóxico. La inhalación de una alta concentración (superior a 1,0 mg/m3) en un breve periodo de tiempo puede provocar una intoxicación aguda. Sus síntomas comunes incluyen mareos, dolor de cabeza, fatiga y fiebre.

En la actualidad existen muchas alternativas válidas a estos instrumentos. Ding Weiqiang, especialista en medicina tradicional china de la Clínica Qitai de Guangzhou, afirmó en un reportaje que las opciones más utilizadas son los termómetros digitales e infrarrojos, como los frontales sin contacto y los auriculares con contacto.

Ding a?adió que los de mercurio ya casi no se usan en los hospitales puesto que suelen requerir una espera de unos 10 minutos, lo que lo hace poco práctico en comparación con sus pares electrónicos. Estos últimos son más precisos y pueden sustituirlos perfectamente. Por lo tanto, su retiro progresivo del mercado es una tendencia inevitable.