www.echojspodcast.com | 19. 06. 2025 | Editor:Teresa Zheng | ![]() |
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China es un pilar del comercio mundial estable en medio del caos
Por Tian Xuan
Las conversaciones de Ginebra en mayo y la primera reunión del mecanismo de consulta económica y comercial entre China y Estados Unidos en junio han resultado en sendos avances que no solo han contribuido a aliviar las tensiones actuales, sino también a estabilizar los mercados mundiales. Sus efectos sientan las bases para el diálogo futuro.
La clave para alcanzar acuerdos radica en el reconocimiento de las pérdidas económicas causadas por las fricciones iniciadas por Estados Unidos. Esta realidad ha renovado la conciencia del valor de los resultados cooperativos y beneficiosos para todos. Como las dos economías más grandes del mundo, China y Estados Unidos se benefician mutuamente, y a la economía mundial, al presentar vínculos estables.
Aunque persisten las dudas, las recientes negociaciones ofrecen esperanzas de una distensión en los lazos, incluyendo costes comerciales relativamente más bajos, recuperación de las exportaciones y renovación de la confianza de los inversores. A mediano y largo plazo, el mecanismo de consulta establecido en Ginebra está preparado para ofrecer un marco de comunicación continua y gestión conjunta de riesgos. Sin embargo, retos como la volatilidad geopolítica, las acciones impredecibles de Estados Unidos y las barreras tecnológicas dirigidas a China siguen planteando amenazas.
Dada la dinámica, enfatizar la necesidad de cooperación económica entre China y Estados Unidos es más crucial que nunca. Por un lado, las relaciones comerciales estables ayudan a afianzar las expectativas del mercado mundial y facilitan el comercio y la inversión. Por otro lado, las dos economías son interdependientes, con una fuerte complementariedad e intereses comunes. Existe un enorme potencial de colaboración en esferas como el comercio de servicios, la inversión bilateral, el cambio climático, la salud pública y la transición energética, en particular en materia de inteligencia artificial (IA) y energía limpia, donde las sinergias tecnológicas podrían propiciar el progreso mundial y la modernización industrial.
De cara al futuro, las relaciones comerciales bilaterales se verán condicionadas por los cambios económicos estructurales, las disparidades tecnológicas, la reestructuración de las cadenas de suministro, las fluctuaciones de la demanda mundial y los cambios en la política monetaria. La economía china sigue creciendo a buen ritmo, con mejoras industriales continuas y una mayor capacidad de innovación, mientras que Estados Unidos enfrenta una ralentización en su avance, pero mantiene sus ventajas tecnológicas. Ambas partes poseen necesidades complementarias en el comercio, y encaran la competencia en los sectores de alta tecnología. Los ajustes incentivados por ella acelerarán la reestructuración de las cadenas de suministro e industrial, lo que repercutirá en el comercio bilateral. Al mismo tiempo, el auge de los mercados emergentes puede desviar los flujos comerciales y recalibrar las cadenas de suministro mundiales.
En este contexto, si Estados Unidos sigue empe?ado en los aranceles como su principal ?arma? contra China, corre el riesgo de fracasar a largo plazo, ya que no frenará su desarrollo. Por el contrario, solo llevaría al país a diversificar sus mercados, potenciar la innovación independiente y acelerar la modernización industrial. Además, perjudicaría a su propia economía al incrementar los costes empresariales, afectar a los consumidores, alimentar la inflación interna y socavar la competitividad internacional. El uso unilateral de aranceles incumple las normas comerciales multilaterales, perturba las cadenas de suministro y puede dar pie a reacciones internacionales, aislándolo en lo político y económico.
Por el contrario, China ha mostrado una determinación estratégica ante el mayor proteccionismo comercial mundial, rechaza los gravámenes injustos, defiende el multilateralismo, promueve el libre comercio y la cooperación internacional, sin dejar de lado una mayor apertura. Aprovechando su vasto mercado interno, aplica medidas proactivas a favor del consumo y la inversión, consolidando así sus bases económicas. Las reformas estructurales y el crecimiento por innovación han fortalecido aún más su economía y han garantizado la estabilidad a largo plazo.
La confianza en la economía china se basa en décadas de reformas y apertura, durante las cuales, el país se ha integrado en la división global del trabajo y ha construido sólidas redes industriales y de cadenas de suministro. Con un crecimiento económico sostenido y un mercado de consumo en expansión, China sigue atrayendo la inversión extranjera e impulsando el crecimiento económico mundial.
En 2025, China es un pilar fundamental de la estabilidad del comercio mundial. Gracias a sólidos cimientos económicos y su capacidad tecnológica, esta seguirá integrando las cadenas de suministro mundiales, actuando como motor del crecimiento económico mundial y abogando por una economía mundial abierta. Asimismo, apoya las reformas de la gobernanza mundial y defiende un orden económico internacional más justo y equitativo.
De cara a la segunda mitad del a?o, su comercio exterior y economía seguirán mostrando fuerza, respaldados por una serie de herramientas políticas para hacer frente a las presiones internas y externas y cumplir los objetivos de crecimiento. Las prioridades incluyen estabilizar el comercio, favorecer la inversión, diversificar las exportaciones y ampliar la fabricación de alta tecnología con acciones específicas.
El consumo interno crecerá gracias a estímulos destinados a mejorar la demanda, mientras que se dará prioridad al crecimiento por innovación y optimización industrial, especialmente en los rubros de IA y economía digital. Las reformas financieras avalarán políticas monetarias moderadamente flexibles, mantendrán una amplia liquidez y proporcionarán un mayor apoyo al capital riesgo, el crédito bancario, los seguros y los mercados de capitales.
Estas medidas posicionan a China para un avance estable en la segunda mitad del a?o. Se prevé que mejore la resiliencia del comercio exterior, que la expansión por innovación cobre mayor protagonismo y que las mejoras estructurales sigan ganando terreno, lo que propiciará el desarrollo. A medida que se siga liberando la demanda interna, aumente la competitividad de la fabricación de alta gama y la economía digital cobre impulso, se reforzará aún más la capacidad de China para resistir las perturbaciones externas, como los aranceles estadounidenses, y sus motores de crecimiento endógenos.
Mediante la diversificación de los mercados, la autosuficiencia en las cadenas de suministro y la expansión de las exportaciones de alto valor a?adido, China reforzará su rol e influencia en el sistema comercial mundial con una base más sólida para navegar por el complejo entorno internacional.
En el mismo, guiada por el principio de desarrollo pacífico, China participa en la gobernanza global y aboga por la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad. Esta postura ha obtenido un gran reconocimiento y respaldo de la comunidad internacional, lo que refuerza aún más la base global para la estabilidad estratégica y su trayectoria de desarrollo. Además, contribuye a dar con un orden internacional más equilibrado e inclusivo y ofrece alternativas prácticas para la cooperación en medio de las crecientes tensiones geopolíticas.
El artículo se basa en una entrevista exclusiva con Tian Xian, presidente del Instituto Nacional de Investigación Financiera de la Universidad de Tsinghua.
