www.echojspodcast.com | 09. 07. 2025 | Editor:Teresa Zheng | ![]() |
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Un informe del Parlamento francés que merece atención
Un reciente artículo de Le Monde ha suscitado gran interés: el mes pasado, la Comisión de Asuntos Europeos del Parlamento francés aprobó un informe de 153 páginas sobre las relaciones entre China y la UE. El mencionado critica sin rodeos la política comunitaria por estar ?demasiado alineada con la política estadounidense?, lo que conduce a ?una especie de guerra comercial?, más perjudicial que beneficiosa para Europa. El documento exhorta a Francia y al bloque a adoptar una postura más independiente y a buscar una cooperación más estrecha con Beijing. En medio de frases como ?reducción del riesgo?, una ?nueva Guerra Fría? y la caracterización de China como un ?rival sistémico?, el reporte muestra verdades que muchos países y medios europeos evitan, lo que representa una perspectiva racional y pragmática que aún existe en la región.
El estudio fue redactado por Sophia Chikirou, miembro del partido La France Insoumise de Jean-Luc Mélenchon. La izquierda representada por él mismo ha tenido una influencia de larga data en el escenario político francés y en el europeo. El propio Mélenchon ha defendido una y otra vez la ruptura de una lealtad europea ciega con Estados Unidos, y ha pedido que París ?abandone la OTAN?, ha criticado las sanciones contra China y ha declarado públicamente que ?Taiwan es parte de pleno derecho de China?. El documento puede considerarse un reflejo de las posiciones que él y su partido mantienen desde hace tiempo.
Curiosamente, los medios galos se?alaron que este ?incurre en posiciones claramente contrarias a las del Eliseo? y se desvía de la línea oficial de la UE, pero lo describen como ?sustancial y bien documentado?. Por la forma en que la prensa lo planteó, es fácil imaginar la conmoción causada en los círculos políticos franceses: un informe ?sustancial y bien documentado? cuestiona la racionalidad y la credibilidad de la política francesa, e incluso europea, hacia China, y solicita que se reevalúe la cooperación con este país. Es un trabajo que merece ser leído detenidamente por los europeos.
Uno de sus puntos centrales es que la UE debería reconocer el enorme valor de la cooperación con China. Esta opinión está respaldada por datos: en 2024, el comercio bilateral ascendió a los 785 820 millones de dólares, lo que supone un aumento interanual del 0,4 %, y ambos países siguieron siendo el segundo socio comercial el uno del otro. El mismo a?o, las nuevas inversiones europeas en China sumaron 6790 millones de dólares, mientras que las de China en el bloque fueron de 7090 millones de dólares.
Hace poco se han celebrado al hilo varios eventos, entre ellos la Cumbre de Empresarios Sino-Europeos, el Foro Empresarial China-UE, el Foro de Comercio Electrónico Transfronterizo China-Europa (Francia) y la Conferencia sobre las Mejores Prácticas ESG de las Empresas Sino-Europeas, los cuales han resaltado la enorme complementariedad económica y la fuerte voluntad mutua de cooperar. El potencial de colaboración de beneficio para todas las partes es evidente para ambas y, por lo tanto, su deseo de aprovecharlo. Esta es la ?realidad fundamental? más genuina de los vínculos bilaterales.
En el mundo actual, el auge del proteccionismo comercial y la imposición de aranceles unilaterales ensombrecen la recuperación económica. Seguir a Estados Unidos en la dación de aranceles elevados a China y la aplicación de restricciones tecnológicas ya le ha costado caro a Europa. Desde las redes 5G hasta los vehículos eléctricos, los consumidores europeos se han visto obligados a renunciar a los adelantos chinos y a las transiciones energéticas asequibles. Desde los chips semiconductores hasta las máquinas de litografía, los fabricantes europeos han sufrido una pérdida de mercado en China y su ventaja competitiva en las cadenas de suministro mundiales. En los últimos a?os, los líderes europeos, incluido el presidente francés Emmanuel Macron, han indicado con frecuencia la ?autonomía estratégica? europea, lo que coincide con las afirmaciones del reporte. Este ofrece una perspectiva realista sobre ella y enfatiza que una política independiente y pragmática hacia China es vital para la UE.
Las partes llegaron hace poco a un consenso sobre la investigación dumping del brandy europeo en China, evitando una escalada de tensiones y sacando a relucir cómo el diálogo puede solucionar las diferencias. Asimismo, proporciona ideas útiles para abordar temas como la exportación de vehículos eléctricos chinos a Europa. Voltaire dijo una vez: ?La verdad es un fruto que solo se puede recoger cuando está maduro?. China ha apoyado y respetado constantemente la independencia y autonomía de Europa, valora mucho sus lazos con la región y siempre ha mostrado una paciencia estratégica.
El ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, acaba de concluir una visita al Viejo Continente, durante la cual conversó con líderes de varios países y alcanzó un extenso consenso. Los hechos reflejan que no existen conflictos importantes entre China y Europa, y que su cooperación nunca está dirigida contra terceros. Juntos defienden el multilateralismo, rechazan el acoso unilateral y resisten la confrontación entre grupos, lo que aportará más certeza y previsibilidad a un mundo cambiante y turbulento.
Hay una expresión en inglés: ?on a slow boat to China? (en un lento barco hacia China), que alude a manera de metáfora un viaje largo y lejano. Hoy en día, la distancia entre ambas es superable, y los malentendidos y prejuicios no deben servir de barrera para el entendimiento mutuo. Este mes está prevista la celebración de la Cumbre China-UE. La reciente ?filtración? del informe del Parlamento francés no es casual; representa un deseo espontáneo en Europa de corregir los conceptos erróneos sobre China y reforzar su compromiso con ella. Coincidiendo con el 50.o aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y la UE, las partes deben adherirse a los principios de respeto mutuo e igualdad, utilizando el diálogo para resolver desavenencias y la colaboración para enfrentar retos a fin de crear un futuro brillante para su asociación estratégica integral.
