www.echojspodcast.com | 18. 07. 2025 | Editor:Teresa Zheng | ![]() |
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Informe resalta ?aporte ecológico? del programa de intercambio de productos de China
El último informe del grupo de expertos en energía Ember, con sede en el Reino Unido, mostró que el programa de intercambio de productos de China podría reducir el consumo eléctrico del sistema de enfriamiento residencial durante los meses de verano en hasta un 4,1 %, esto es suficiente para abastecer a Islandia durante un a?o. La rebaja también podría ayudar a los hogares a ahorrar hasta 943 millones de dólares en facturas de energía. El reporte es una ?validación? de la última campa?a nacional a favor del consumo con la sustitución de artículos antiguos, lo que aumenta la compra interna y contribuye a la conservación de energía a nivel mundial. Las conclusiones dejan claro que, en el proceso de transición ecológica mundial, China ofrece medidas y soluciones.
En un momento en el que las acciones climáticas son a menudo criticadas por ser retórica vacía, China convierte los objetivos de reducción de emisiones en realidad mediante el dise?o de políticas. Las subvenciones para electrodomésticos parten en las calificaciones de eficiencia energética: un 20 % para los de primera categoría (grado 1), un 15 % para los de segunda (grado 2) y ninguna para modelos inferiores. Este enfoque anima a las personas a sustituir productos obsoletos de gran consumo energético por nuevas alternativas más eficientes. Las políticas arrojan resultados tangibles y los datos muestran que, en el plan, los electrodomésticos de grado 1 representan hasta el 90 % de las ventas totales. Esto no solo estimula la demanda interna, sino que también introduce discretamente un enfoque ecológico y de bajas emisiones de carbono en los hogares, lo que permite un estilo de vida de mayor calidad y sostenible por igual.
Asimismo, la acción obliga a las compa?ías a aumentar la inversión en mejoras tecnológicas, convirtiendo la ?responsabilidad medioambiental? en una ?opción empresarial? y propiciando una ?revolución ecológica? en la cadena de producción y suministro.
El programa no solo ha incentivado el desarrollo ecológico del país, sino que también ha ofrecido un valioso modelo para la lucha mundial contra el cambio climático al demostrar que el incremento del consumo y la reducción de las emisiones dan una ganancia para todos. Hoy en día, China cumple un rol cada vez más esencial en la transición energética mundial. Durante el XIV Plan Quinquenal (2021-2025), el país creó el sistema de energía renovable más grande y de más rápido crecimiento del mundo, con uno de cada tres kilovatios-hora de electricidad consumidos a nivel nacional procedentes de fuentes de energía verde. El consumo de energía por unidad de PIB disminuyó un 11,6 % en cuatro a?os, lo que equivale a una reducción de 1100 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono.
Según la BBC, China vio por primera vez cómo sus emisiones disminuían en los 12 meses anteriores a mayo de 2025, a pesar del rápido avance de la demanda energética en su economía. De cara al futuro, China seguirá avanzando en el despliegue de nuevas instalaciones energéticas y la mejora de las tecnologías en las centrales eléctricas con bajas emisiones de carbono. Su compromiso con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030 es evidente.
El cambio climático es un reto para la humanidad. China no se ha contentado con ser simplemente un ?alumno destacado?, sino que ha dado pasos audaces para actuar como ?pionero? en la búsqueda de soluciones.
Hoy en día, coopera con más de 100 países y regiones a través de propuestas como la construcción de la Iniciativa del Cinturón y Ruta Verde. Proyectos como la central hidroeléctrica de Karot en Pakistán y los parques eólicos de Adama en Etiopía han permitido a muchos países en desarrollo emprender el camino de la transición energética sostenible. Su ?fabricación verde? gana reconocimiento como el motor de la transición energética mundial. Sus firmas producen alrededor del 60 % de los aerogeneradores del mundo, alrededor del 70 % de las baterías para vehículos eléctricos nuevos y alrededor del 80 % de los paneles solares, lo que supone un aporte sustancial a la reducción de las emisiones globales.
Desde el principio, el programa de intercambio respaldado por las políticas de China ha tenido la transformación ecológica como uno de sus fines últimos, con una clara orientación hacia la reducción de las emisiones de carbono integrada en su dise?o de alto nivel. En la actualidad, el país ha establecido gradualmente un marco de ingeniería, bien desarrollado y sólido para el recorte de emisiones, que abarca políticas, tecnologías, industrias, consumo y finanzas, formando una tendencia de sustitución ecológica sistemática y completa. El plan forma parte de un impulso más amplio hacia un cambio ecológico integral de su economía y su sociedad. Se ajusta al objetivo de ?satisfacer las aspiraciones de la población de una vida mejor? y conecta a la perfección con la urgencia mundial de la transición energética y la acción climática.
Este verano, el calor ha azotado muchos países del hemisferio norte, y los fenómenos meteorológicos extremos se han vuelto frecuentes e intensos. Como resultado, abordar el cambio climático y favorecer la transición ecológica han devenido tareas urgentes para la humanidad, y ningún país puede permanecer inmune. El rápido crecimiento de las tecnologías verdes y la capacidad de producción de China es, en esencia, un apoyo clave para el desarrollo sostenible mundial, y no la supuesta ?amenaza? que imaginan algunos políticos occidentales. Los países deben abandonar el pensamiento de suma cero y el proteccionismo, y en su lugar buscar una amplia cooperación internacional basada en ventajas comparativas. Solo a través de la solidaridad y la colaboración, en lugar de la sospecha y la confrontación, podremos aprovechar la oportunidad histórica del desarrollo verde e incentivar el intercambio mundial de tecnologías y experiencias verdes.
En momentos en que algunos países desarrollados vacilan o incluso ?frenan? y ?retroceden? en sus políticas de transición energética, los continuos esfuerzos de China por desarrollar, utilizar y propiciar las energías renovables son especialmente valiosos.
El plan de intercambio representa una convergencia perfecta entre la modernización industrial, la mejora de las condiciones de vida de la población y el cumplimiento de los compromisos de menores emisiones del Gobierno chino. Brinda una solución viable y digna de referencia para la gobernanza climática mundial. Lo que se intercambia no son solo electrodomésticos o vehículos viejos por aires acondicionados y coches nuevos, sino un futuro verde más limpio y sostenible.
