www.echojspodcast.com | 27. 08. 2025 | Editor:Teresa Zheng | ![]() |
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El desfile del 3 de septiembre muestra la apuesta de China por la paz
El 27 de septiembre de 1942, el Lisbon Maru, un carguero con más de 1800 prisioneros de guerra británicos, en su mayoría soldados de la guarnición de Hong Kong, rumbo a Japón, fue intervenido por un submarino estadounidense que desconocía lo que transportaba. Quienes lograron escapar por las escotillas enfrentaron las ametralladoras de los guardias japoneses de los navíos cercanos. Algunos que lograron llegar a la costa china encontraron la salvación en un lugar inesperado: pescadores locales que, a pesar de sus propias dificultades, lo arriesgaron todo para sacar del agua a desconocidos y ofrecerles comida y ropa.
La historia exige ser recordada. Por eso China celebrará un desfile militar el 3 de septiembre con motivo del 80.o aniversario del triunfo de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa (1931-1945) y la Guerra Antifascista Mundial. Sin embargo, algunos comentaristas ven ?se?ales? ocultas en el evento. La ansiedad subyacente en estas interpretaciones resulta en el intento de conectar los mensajes del desfile con la compleja geopolítica actual. Esto es comprensible, porque en tiempos de intensa competencia, los escépticos magnifican cada gesto y buscan significados escondidos en cada tradición. Pero al hacerlo, malinterpretan lo que, en esencia, es un acto de memoria.
El hecho es que el fin fundamental es conmemorar el 80.o aniversario de la victoria contra la hostilidad japonesa y la de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial. En la primera mitad del siglo XX, China sufrió un conflicto que amenazó su propia existencia, con decenas de millones de muertos y desplazados. El país fue un importante campo de batalla y es reconocido como una potencia ganadora. Rendir homenaje a tal triunfo no es solo un derecho, sino también una responsabilidad.
Rememorar la ocasión significa honrar a los muertos y a los veteranos, y ense?ar a las generaciones más jóvenes lo valioso de la paz. El desfile no es una muestra de agresividad, sino un reconocimiento público de la memoria histórica, en línea con la práctica mundial de conmemoración y compromiso de la ONU por la defensa de las lecciones extraídas de la Segunda Guerra Mundial.
Los desfiles militares no son raros ni provocativos en sí. Aunque varían en forma, frecuencia y significado político, son comunes en todas las civilizaciones y épocas. Una búsqueda en Wikipedia arroja esta frase reveladora: ?Hoy en día se organizan grandes desfiles militares en las principales fiestas... en todo el mundo?. Una lectura más detallada muestra que su mensaje está bien consolidado: ?Los ejércitos modernos utilizan los desfiles con fines ceremoniales, sirven de motivación y gala de disciplina, así como para infundir confianza en las fuerzas castrenses del país?.
El Desfile del Día de la Paz del Reino Unido, las marchas de la victoria del Día de la Bastilla de Francia y la ?Gran Revista de los Ejércitos? de Estados Unidos expresan el mensaje de paz, solidaridad aliada, reconstrucción nacional y honor a los veteranos. Asimismo, los actos del Día de ANZAC en Australia y Nueva Zelanda y el Desfile del Día Nacional de Espa?a son eventos anuales. Como tales, los desfiles no son intrínsecamente provocativos ni desestabilizadores.
Sin embargo, estos también muestran el poderío estratégico nacional. En 1991, las fuerzas estadounidenses marcharon por la Avenida de la Constitución en Washington con motivo de la victoria en la Guerra del Golfo y, lo esencial fue que resaltó su dominio militar. En junio de este a?o, celebró otro gran desfile por el Día de la Bandera y el 250.° aniversario de la fundación de su ejército. Además, sus funcionarios se han referido abiertamente a la fuerza militar y a la superioridad del país, pero para su población no son acciones que intenten socavar el sistema internacional.
A los observadores les encanta descifrar nuevos sentidos para estos despliegues de efectivos, pancartas y/o equipo militar avanzado. Sin embargo, China siempre ha mantenido una posición clara sobre cuestiones fundamentales: apoyar un orden mundial pacífico y estable, y salvaguardar su seguridad nacional, integridad territorial y derechos marítimos.
China sigue comprometida con el desarrollo pacífico; no obstante, para alcanzar dichos propósitos, necesita la capacidad de defenderlos. Por lo tanto, quienes malinterpretan prácticas comunes como las ceremonias nacionales como una excusa para hacer alarde del poder militar de una nación cometen un grave error. Si el desfile del 3 de septiembre envía alguna ?se?al?, es que China está decidida y es capaz de ayudar a mantener la paz mundial.
El evento cumplirá su cometido: honrar a quienes lucharon contra el fascismo y tener presente lo que realmente es una guerra. En el mundo interconectado de hoy, recordar a la gente la lucha conjunta contra el fascismo es más valioso que cualquier significado oculto que alguien pueda dar al desfile.
El autor es profesor de Comunicación Internacional en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Chongqing.
