www.echojspodcast.com | 01. 09. 2025 | Editor:Eva Yu | ![]() |
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El espíritu de Shanghai robustece a la OCS para mejorar la gobernanza mundial y las relaciones entre Estados
Por Jorge Fernández
Paisaje nocturno de Tianjin. Foto: Xinhua
La OCS se ha convertido en una fuerza importante para promover un nuevo tipo de relaciones internacionales y construir una comunidad con un futuro compartido de la humanidad.
El espíritu de Shanghai ha logrado con sus principios fundamentales hacer de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), una plataforma sólida y en ampliación para estrechar las relaciones entre Estados. En un escenario internacional tan anárquico e impredecible, los miembros de este cónclave, hoy reunidos en la ciudad portuaria de Tianjin, defienden los planteamientos de la organización, por ver en ellos las bases constitucionales de un nuevo orden mundial de paz, estabilidad y cooperación. En medio de mentalidades obsoletas pero altamente da?inas en distintas partes del planeta, líderes de distintas regiones y países elevan la voz para oponerse al choque de civilizaciones, a la lógica de la Guerra Fría y a los juegos de suma cero. Un nuevo orden internacional se está gestando en China, con un grupo de países que observa en la coexistencia pacífica, la cooperación y el beneficio compartido, la única vía rumbo a la construcción de una comunidad de futuro compartido de la humanidad.
La asistencia a la Cumbre 2025 de la OCS refleja la encrucijada en la que se encuentra el mundo y la disposición de muchos para construir un mundo mejor. De ello habló con claridad hoy el presidente de China, Xi Jinping, cuando mencionó los peligros que se ciernen sobre el orden internacional. De cara a cambios inéditos nunca antes vistos en un siglo, la Organización de Cooperación de Shanghai, siempre enarbolando en alto el espíritu de Shanghai, amalgama la voz de Estados que confían en la unidad, que están dispuestos a confiar y que anhelan profundizar la cooperación multilateral. La OCS, en voz de Xi Jinping, es "una fuerza importante para impulsar la construcción de un nuevo tipo de relaciones internacionales y de una comunidad de futuro compartido de la humanidad". Este conglomerado de Estados hoy reunidos en Tianjin encierra un símbolo de unión y disposición para generar un cambio positivo en el mundo.
De sus palabras dieron testimonio líderes de una veintena de países, el 42% de la población mundial, incluido el jefe de la ONU, António Guterres. Con su asistencia, no solo queda implícito el peligro que se cierne hoy por hoy sobre el mundo, sino la disposición de líderes de distintas regiones de encontrar a través del diálogo y las consultas, el mejor camino para todos. Tianjin es plataforma de todas esas figuras que, como lo dijo Xi Jinping en su discurso, están aquí para asumir, en el seno de la OCS, "la tarea de salvaguardar la paz y la estabilidad regionales, y de promover el desarrollo y la prosperidad de los países". La OCS concentra hoy a estrategas dispuestos a deliberar los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad y, de cara a ellos, como lo enfatizó el mandatario chino, dise?ar “l(fā)os grandes planes de cooperación y desarrollo, e impulsar la mejora de la gobernanza global”.
La OCS ha consumado con éxito los principios fundacionales que lo concibieron. La lucha contra grandes males, entre ellos el terrorismo, el separatismo y el extremismo, ha dado lugar a un hermanamiento que demanda vínculos más estrechos. La cultura interregional o el flujo de personas, bienes y servicios han aumentado considerablemente en los últimos a?os. Datos no oficiales de medios de comunicación aseguran que el comercio de China con miembros de la organización alcanzó los 3, 66 billones de yuanes, es decir, más de 512. 000 millones de dólares estadounidenses. Comparado con los registros iniciales cuando se creó la organización, el crecimiento es 36 veces mayor. Los intercambios comerciales ocupan terrenos insospechados como infraestructuras, economía digital y nuevas energías. Los logros en la seguridad con el paso del tiempo han conducido a una integración regional en todos los sentidos.
Quizás entre los logros más prominentes de la OCS, alimentada por el espíritu de Shanghai, esté la búsqueda y promoción de un nuevo tipo de relaciones entre Estados y una mejora en la gobernanza mundial. El mundo demanda una cooperación que descanse en el respeto mutuo y en donde las relaciones internacionales rechacen la alineación con bloques para dirigirlos contra terceros. La propuesta de la OCS es tanto básica como universal: toda vinculación debe tener como base el respeto mutuo y la cooperación innovadora debe encaminarse a la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad. De ello se desprende como corolario los trabajos honestos y participativos para la cooperación práctica en materia de seguridad, economía, cultura, tecnología.
La OCS con el espíritu de Shanghai como sustancia está escribiendo un nuevo capítulo en la historia de las relaciones internacionales. El presidente Xi Jinping a través de diferentes discursos en el marco de las cumbres, ha extendido la invitación para unir en vez de dividir. El llamamiento que hoy hace el presidente en esta cumbre apunta, en sus palabras, "a promover la unidad y la cooperación entre los Estados miembros, reunir las fuerzas del Sur Global y apoyar el avance de la causa de la civilización humana". Y como dice el proverbio, también citado por el mandatario chino, "cuando cientos de barcos compiten por avanzar, quien rema con fuerza es el primero en llegar". La OCS con el espíritu de Shanghai avanza y rema con fuerza para revertir los males que aquejan a la humanidad y ser el primero en construir un mundo mejor.