| www.echojspodcast.com | 28. 11. 2025 | Editor:Teresa Zheng | ![]() |
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El gobierno de Takaichi enfrenta riesgos graves y duraderos
Por Kazuhisa Tanaka
Apenas un mes después de asumir el cargo, la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, empeoró las relaciones con China al describir explícitamente una posible ?amenaza a la supervivencia? en caso de una ?contingencia en Taiwán? durante una audiencia parlamentaria. El episodio evidenció los riesgos latentes de su gestión, en momentos en que Japón ya no puede permitirse tensiones prolongadas con sus vecinos.
Algunas personas utilizaron las encuestas japonesas para defender su punto de vista. Aunque hay sondeos que sugieren que el apoyo al gabinete de Takaichi ha aumentado, en la política japonesa la ?opinión pública? siempre ha sido muy volátil. En las elecciones para el Senado este verano, el Partido Liberal Democrático (PLD) sufrió una aplastante derrota, y quedó claro el fuerte descontento de la ciudadanía. Mientras este analizaba la responsabilidad de la caída en la Cámara Alta, surgió una intensa campa?a contra su entonces presidente y ex primer ministro Shigeru Ishiba. A pesar que varias encuestas mostraban bajos índices de aprobación a su gabinete, el rechazo a su renuncia superaba el apoyo a la misma. Esta rara contradicción reveló que la opinión pública mayoritaria en ese momento era esencialmente: ?No al PLD, pero Ishiba puede quedarse, por ahora?.
El 7 de septiembre, Ishiba anunció su dimisión como cabeza del PLD. Hasta los comicios en octubre, el panorama político interno siguió siendo muy incierto, con una ciudadanía dividida. Al final, Takaichi se impuso en una re?ida carrera y los que la apoyaban subieron rápidamente. En ese momento, consideré que, independientemente de quién sucediera a Ishiba, el nuevo gabinete comenzaría con un aval relativamente alto.
En retrospectiva, cada vez que el panorama político japonés sufre un giro importante, el gabinete recién formado suele disfrutar de un impulso inicial de la gente. Por ejemplo, tanto el de Morihiro Hosokawa en 1993 como el de Yukio Hatoyama formado por el Partido Democrático en 2009 comenzaron sus mandatos con grandes expectativas ciudadanas. Sin embargo, el de Hosokawa, pese a las reformas políticas, se derrumbó en solo un a?o debido a sus débiles cimientos. Hatoyama, por su parte, se vio obligado a dar un paso atrás en menos de un a?o tras las fricciones con Estados Unidos por el traslado de la base aérea de Futenma en Okinawa. En ambos casos, los Gobiernos cayeron porque perdieron el apoyo público muy rápido, lo que ilustra claramente lo cambiante de la ?opinión pública? en Japón.
Además, el gabinete de Takaichi se sustenta en una base frágil. El PLD tiene actualmente una posición ?minoritaria? en la cámara, y si la confrontación entre el bando gobernante y la oposición aumenta, la administración de Takaichi podría sumirse en una situación complicada. Por eso hubo especulaciones de que Takaichi podría intentar disolver la cámara baja y convocar elecciones anticipadas mientras su aprobación es alta. Los últimos acontecimientos muestran que ha descartado explícitamente esta opción a corto plazo, lo que demuestra su desconfianza en la unidad del partido y en el panorama electoral.
Un riesgo aún más serio yace en la política exterior. Su radical postura hacia China y Corea del Sur, e incluso su mayor tendencia hacia el nacionalismo excluyente, pueden otorgarle la venia de la derecha japonesa, pero también socavar los cimientos de su gobierno. Para quienes están familiarizados con el ascenso político de Takaichi, su retórica de derecha a menudo parece una ?actuación?. Sus comentarios durante la sesión de la cámara del 7 de noviembre, en particular, se percibieron como una ?actuación fallida?.
Sus declaraciones en la Dieta también revelaron un malentendido clave sobre lo delicado de abordar con ligereza el tema de Taiwán.
Gran parte de los políticos japoneses que vivieron el periodo comprendido entre la Segunda Guerra Mundial y la posguerra comprenden lo relevante de este asunto para China. Independientemente de si han reflexionado sobre el accionar del ejército japonés durante la conflagración, al menos reconocen que esos actos causaron un profundo resentimiento y enojo en muchos países asiáticos, incluida China. El ex primer ministro Kakuei Tanaka dijo una vez que, mientras la generación de la guerra continúe siendo el núcleo de la sociedad, Japón podrá mantenerse estable. El momento aterrador llega cuando la generación que no la conoce deviene la pieza central. Ahora, 80 a?os después de la derrota, Japón parece avanzar en la dirección más temida de Tanaka. Si todos los sectores de la sociedad japonesa no logran afrontar la gravedad de la situación, esto podría muy bien conducir a otra tragedia en Asia Oriental.
El autor es un profesional japonés de los medios de comunicación. Kazuhisa Tanaka es un seudónimo.














