| www.echojspodcast.com | 04. 12. 2025 | Editor:Teresa Zheng | ![]() |
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Tras las lecciones correctas del pasado
Por Josef Gregory Mahoney
En 1938, mientras China se recuperaba de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa (1931-1945), el presidente Mao Zedong escribió “En guerra continua”, quizás el mejor análisis estratégico del siglo XX sobre la resistencia nacional. En total rechazo a quienes sostenían que el país debía rendirse, trazaba un camino hacia la victoria, algo conocido en amplitud como una combinación de la sabiduría tradicional china con el marxismo.
Lo que hoy en día es menos conocido es que este pensamiento cumplió un rol clave en la derrota del fascismo. Al mantener ocupadas a las fuerzas japonesas, se impidió un frente contra la antigua Unión Soviética, lo que garantizó que esta última pudiera centrarse en Alemania. Asimismo, al seguir Japón enviando hombres y recursos a China, el avance de Estados Unidos por el Pacífico fue ineludible.
Otra lección fundamental proviene del juicio por los crímenes de guerra al primer ministro japonés, Tojo Hideki. Su defensa se enfocó en un argumento sencillo: las potencias imperiales occidentales habían sometido a gran parte de Asia y estaban rodeando a Japón con la misma intención: Esto justificaba el militarismo japonés.
Por supuesto, dos errores no hacen un acierto, y la defensa de Tojo fracasó. Fue condenado como criminal de guerra clase A y ejecutado. Sus restos, junto con los de otros culpables de genocidio en China y otras naciones, yacen en el santuario de Yasukuni, visitado a menudo por los líderes japoneses en apelaciones equivocadas al nacionalismo.
Tales actos aluden a que las lecciones correctas de la historia no se han aprendido. Pero existe otra, y es que Japón emuló el modelo occidental y falló, al igual que lo hicieron los alemanes, británicos, franceses, holandeses y estadounidenses.
La pregunta central es: ?por qué Japón vuelve hoy a una postura militarista, y lo hace de una manera que parece servir a la estrategia ?primera cadena de islas? de Estados Unidos, que según gran parte de los expertos tiene como fin principal contener a China?
Japón ya tiene previsto instalar misiles tierra-aire en la isla de Yonaguni, situada a solo 110 kilómetros de Taiwán, y brinda apoyo político y militar a los separatistas de la isla china, lo que supone una amenaza para la seguridad y la soberanía de China. ?Acaso no ha entendido Japón que este enfoque está destinado al fracaso? ?Por qué le resulta tan difícil reconocer que Taiwán pertenece a China?
Japón sabe que se apoderó de la isla tras un conflicto injusto con China en 1895. Sabe que su devolución fue una condición tras la firma del Acta de Rendición en 1945. Por lo tanto, ?cómo puede haber confusión sobre su pertenencia a China?
Todo lo que Japón tiene que hacer es retractarse de las controvertidas declaraciones de la primera ministra japonesa en el Parlamento japonés el 7 de noviembre, cuando afirmó que una ?contingencia en Taiwán? podría suponer una ?amenaza a la supervivencia? de Japón, insinuando una posible intervención militar.
Asimismo, Sanae Takaichi también debería defender que Taiwán es una parte inalienable de China. Ello contribuiría realmente a aliviar las tensiones y a disipar en gran medida los temores de los países vecinos sobre el resurgimiento del militarismo japonés. El país ha llegado a este difícil punto de la historia sin comprender adecuadamente su pasado.
Por un lado, algunos sospechan que estas provocaciones forman parte de un ?juego encadenado? fomentado por los halcones estadounidenses. Tras retirarse de su guerra comercial con China, hay quienes ven con inquietud su aliento a Japón por crear un nuevo frente contra el país. Por otro lado, el militarismo y el nacionalismo japoneses nunca se han abordado y reprimido debidamente. Esto se debe a que a la mayoría de sus ciudadanos no se les ha ense?ado en toda su extensión las atrocidades cometidas por sus antepasados, ni sobre cómo esos errores perduran en temas heredados sin resolver.
Quizás algunos japoneses militaristas, incluida la nueva primera ministra, no estaban contentos con que Japón, China y la República de Corea reanudaran a principios de este a?o un diálogo estratégico inactivo. Probablemente les preocupaba el creciente debate sobre un posible acuerdo comercial trilateral por un mayor crecimiento y desarrollo regional en contra de la agresión comercial de Estados Unidos.
Por supuesto, las concesiones injustas en la disputa comercial que Estados Unidos impuso a Japón y a la República de Corea fueron posibles en parte debido a las trampas económicas y de seguridad mantenidas contra ambos países durante décadas. Sin embargo, en Japón hubo una respuesta militarista, ensalzada por un partido político que lucha por su liderazgo, pese a una economía moribunda, y que se somete a un ?aliado? explotador.
Vladimir Lenin escribió una vez que los reaccionarios son personas que abogan por el orden antiguo y obsoleto, arremeten contra el nuevo y progresista y viven en el pasado. Esto encaja perfectamente con la descripción de los militaristas japoneses y los opuestos a la reunificación de Taiwán con la parte continental de China. No comprenden el pasado que pretenden repetir. Si lo hicieran, sin duda darían con la inevitabilidad de su caída.
El autor es profesor de Política y Relaciones Internacionales y director del Centro para la Civilización Ecológica de la Universidad Normal del Este de China en Shanghai, así como investigador principal del Instituto para el Desarrollo del Socialismo con Características Chinas de la Universidad del Sureste en Nanjing.














